Lincoln saboreado
Los más ancianos del lugar, recordaréis cuando antes de este blog os torturaba con las primeras crónicas por medio de correos (algo por lo que más de uno acabaría spamtado).
Uno de ellos tenía por asunto "Lincoln pisoteado". En él, contaba cómo frecuentemente encontraba por la calle céntimos de dólar (los llaman pennys, pero no hay que confundirlos con los peniques británicos) y los iba guardando en un bote, algo que casi todo el mundo por aquí hace.
El tiempo ha pasado, y ya tocaba cambiarlos por algo más que un montón de piezas de cobre. He ido a una sucursal del Commerce Bank porque según pude enterarme, allí tienen máquinas que te cuentan las monedas. Te devuelven un tique con el recuento (no te cobran comisión), y en la ventanilla te dan los billetes (si te llega) correspondientes.
La máquina, orientada para niños, es muy divertida. Sobre todo, porque al final, ganas. Aquí están los pasos que hay que seguir:
1) Echas las monedas en la bandeja.
2) Le das al botón de contar
3) La máquina cuenta las monedas y te sale el recibo.
4) Vas a la ventanilla, y te cambian el dinero.
Fijáos cómo en el tique dice que había dos monedas de 0,25$. Probablemente estarían dentro del hueco de la bandeja, porque yo no las traje conmigo. El caso es que me daban 3,97$, que redondeé a 4$ con otros céntimos que llevaba en el bolsillo.
Esos cuatro dólares eran el resultado de recoger cada Lincoln que me he encontrado pisoteado durante todo este tiempo. Como dije en el correo, podría pagarme una lavandería, pero me pareció que tomarme un helado de Ben&Jerry's (que cuesta más o menos eso) era la mejor forma de gastarlos. ¿Habéis leído lo que lleva?
Ya en casa, después de cenar, me he tomado el helado. A cada cucharada, he vuelto a recordar que para mí, la vida es mirar al cielo, y al suelo, y a los ojos, y recoger céntimos que nadie escucha al caer, y acumularlos en un bote, y llevarlos a cambiar en una máquina para niños con tipografía Comic Sans, y comprarte un helado con lo que te dan. La vida, en definitiva, puede resumirse en eso: saborear céntimos convertidos en helados.
OLI I7O